Las
relaciones históricas con Marruecos especialmente las contemporáneas siempre han sido complejas e
imprevisibles especialmente en términos contenciosos, históricos y
territoriales.
Desde la pérdida
del Sahara hasta el resultado de diferentes misiones diplomáticas y
comerciales, las relaciones bilaterales entre ambos países han estado y están
adornadas con innumerables encuentros y desencuentros donde destacaremos los acontecidos con Ceuta y Melilla, el Sahara o el conflicto pesquero, otros
muchos desencuentros han sido puntuales como el reconocimiento de España del
estado de Israel o la invasión de perejil.
Este cumulo
de encuentros y desencuentros entre ambos países han sido la tónica general en
sus relaciones bilaterales que en ningún momento han impedido una cooperación casi que perfecta en temas
actuales tan importantes como lo es el terrorismo yihadista.
Este
fenómeno tan en boga en el mundo actual, ¡¡totalmente enquistado en la gran mayoría
de países mundiales!!, ha sido un detonante indispensable para una colaboración
mutua entre ambos países contra esta lacra que azota la sociedad.
La
colaboración entre España y Marruecos contra el terrorismo yihadista tiene como
punto de inicio los años 80 del
pasado siglo, pero no fue hasta la década del 2000 cuando se intensifico y
reforzó de manera significativa a raíz del atentado de Casa Blanca en mayo de
2003, y sobre todo, tras la masacre del 11 Marzo de 2004 en Madrid.
Esta
simbiosis entre los dos países contra el terrorismo yihadista no tuvo mayor
dificultad de integración entre los diferentes departamentos de seguridad
involucrados, las colaboraciones bilaterales en contra de las drogas, la
inmigración irregular y de ámbito militar han supuesto una gran ayuda para la
rápida eficacia entre ambos países contra el terrorismo.
La cooperación y eficacia operativa entre ambos países ha sido y es clave en la
lucha contra el terrorismo yihadista, a nivel europeo las actuaciones
hispano-marroquíes han sido reconocidas por innumerables voces autorizadas como
por ejemplo la del coordinador antiterrorista de la Unión Europea Gilles de
Kerchove, lo que ha marcado como fin esencial de España y Marruecos la
exportación del modelo de cooperación que realizan en materia antiterrorista a
los países de toda la cuenca mediterránea y el Sahel (Mali, Argelia, Senegal,
Mauritania…).
Esta
cooperación entre ambos países no solo los beneficia a ambos, el beneficio es
casi que global ya que la lucha terrorista contra el yihadismo ha adoptado un
tinte mundial cuyo éxito para España y Marruecos en su simbiosis colaborativa es
un ejemplo claro de éxito en simbiosis, este éxito se puede dividir en varias
pautas adoptadas por ambos países:
- La implicación de diferentes departamentos de seguridad de marroquíes (DGSN-DGST) con los españoles (CNP, GC, CNI…), piedra de toque fundamental para el éxito en temas de terrorismo yihadista.
- La designación de fiscalías antiterroristas cuyo objetivo es también intercambiar información sobre las investigaciones que lleva a cabo cada país.
- Refuerzo de los servicios de inteligencia en el trabajo conjunto.
- Pertenencia al grupo cuadripartito (España, Marruecos, Francia y Bélgica) de fiscalías antiterroristas cuyo objetivo es también el intercambio de información sobre las investigaciones que lleva cabo cada país.
- Colaboración de España y Marruecos con las principales agencias y servicios antiterroristas occidentales, con el fin de investigar cualquier actividad en territorio español y marroquí de integristas detectados en Europa.
El beneficio
colaborativo de ambos países se refleja perfectamente a partir del 2014 donde
las operaciones conjuntas entre ambos países, 7 con el Cuerpo Nacional de
Policía y una promovida por la Guardia Civil ha arrojado el resultado de 41
detenidos en Marruecos y 23 en España. Los éxitos cosechados están basados en
las dinámicas de trabajo que incluyen equipos conjuntos de policías españoles y
marroquíes como los que actualmente ya trabajan en Tánger y Algeciras.
Es
destacable la constante coordinación del CNI, la dirección General de la
Vigilancia del Territorio Marroquí (DGST) a través de la Comisaría General de
Información de la Policía Nacional española y el Bureau Central de
Investigations Judiciaires (BCIJ) marroquí como garantía continua de éxito
añadido a cualquier operación terrorista.
España y
Marruecos apuestan por ampliar sus dinámicas operativas en este ámbito a la
región del Sahel, un foco de crisis constante desde los años 60. En esta zona
azotan catástrofes climáticas como la hambruna y las sequias recurrentes, así
como organizaciones criminales y grupos terroristas.
Desde el
2000 la situación de la seguridad se ha deteriorado con la expansión creciente
de actividades criminales y el arraigo progresivo de Alqaeda en el Magreb
Islámico junto a las secuelas aun difíciles de estimar que ha dejado la guerra
en Libia.
Esta
situación exige urgentemente la colaboración hispano-marroquí en la zona con la
finalidad de profundizar en el seguimiento de la red Al Qaeda y sus entidades
afiliadas. Esta situación crea un objetivo prioritario en la zona que no es
otro sino AQMI extensión de ALQAEDA más cercana a España y Marruecos.
AQMI ha
demostrado en los últimos años ser una importante amenaza para los estados de
la región y para los países occidentales con intereses en la zona donde España
lo considera una preocupación muy importante como reconoce un analista de CGI
“Es difícil que ALQAEDA cometa un gran atentado en España, pero estamos en la
diana más que nunca”.
Cabe
destacar que tras la creación de AQMI en 2007, somos el país occidental más
cercano a ellos, esto conlleva a que fuera de España, cualquier español e
interés españoles (empresas, embajadas…) es un objetivo al que se puede
golpear.
En este
aspecto la colaboración con Marruecos ejerce un gran muro de contención con
respecto a AQMI. Durante los últimos años las fuerzas marroquíes llevan a cabo
operaciones antiterroristas que permiten la detención de terroristas
pertenecientes a AQMI o de personas que han decidido unirse a la causa de la yihad incorporándose
a los campos de entrenamiento de AQMI en el Sahel.
En este
entorno la finalidad de la cooperación bilateral frente a este riesgo es
disponer de una evaluación permanente de la amenaza terrorista en la región
saheliana teniendo como medida principal el intercambio de información. La
colaboración se ha plasmado en
resultados concretos como el apoyo facilitado por la inteligencia marroquí a la
liberación de los voluntarios catalanes secuestrados por AQMI en Mauritania a
finales de 2009.
Conclusión:
La
cooperación de España con Marruecos en la lucha antiterrorista ha sido primordial
en los últimos años para conseguir prevenir atentados en suelo español.
Aunque esta
alianza es una constante espada de Damocles con varios puntos negros para los
intereses españoles (Ceuta y Melilla, colaboración prestada por Marruecos en
iniciativas orientadas a inhibir procesos de radicalización en el seno de
colectividades de origen marroquí establecidas en España que ofrecen a Rabat
posibilidades de ejercer sobre las mismas una influencia que podrá terminar
sirviendo mejor a los intereses marroquíes que a los españoles…) es la opción
más fiable y efectiva para contrarrestar la amenaza yihadista que sufre España
en particular y el mundo en general.
Andrés González
Cita:
“Ir juntos es comenzar, mantenerse
juntos es progresar, trabajar juntos es triunfar”
Henry Ford.
FUENTES
CONSULTADAS: